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Se estima que la osteoartrosis o osteoartritis es una de las enfermedades más comunes entre los seres humanos, llegándola a padecer más de 240 millones de personas. Por su parte, cada vez es más frecuente en perros y, aproximadamente, el 20% de la población adulta canina (canes superiores a un año) están afectados por esta patología, aunque también afecta a gatos. A continuación, vamos a hablar en detalle sobre la osteoartrosis en perros, sus síntomas y causas.

¿Qué es la osteoartrosis y qué la causa?

Es una enfermedad articular muy común en los perros que, por lo general, afecta a perros de media edad y edad avanzada. Se estima que 1 de cada 5 perros sufre osteoartrosis, lo que representa el 45% de los perros de raza grande. Aun así, cabe resaltar que puede afectar tanto a animales jóvenes como a los de edades más altas, siendo una alteración propia de los perros y gatos geriátricos.

Se trata de una enfermedad que produce una degeneración, por un lado, del cartílago articular, el cual se encarga de evitar la fricción de los extremos de los huesos; y, por el otro, en la formación de nuevo tejido en los márgenes articulares. Esta degeneración del cartílago puede causar un gran dolor para nuestro can. Las articulaciones más afectadas son: el codo, la rodilla, la cadera, la columna y la muñeca.

Algunas razas como el pastor alemán o el labrador retriever tienen una predisposición genética a padecer osteoartrosis aunque, en otras razas, lo más habitual es que sea una causa secundaria que derive de un traumatismo, una inflamación, del ejercicio físico excesivo o la obesidad. De hecho, evitar que tu perro tenga sobrepeso y procurarle una buena alimentación es decisivo para evitar la osteoatrosis.

¿Cuáles son los síntomas de la osteoartritis canina?

Dependiendo del grado de la enfermedad, que puede ir de leve a severo, nuestros peludines de cuatro patas, pueden manifestar unos síntomas u otros. Los más comunes son:

  • Letargo.
  • Rigidez y/o evitar moverse.
  • Gruñidos o gemidos. Agresividad si se quiere tocar las zonas afectadas.
  • Cojera.
  • Dificultad para levantarse o moverse.
  • Pérdida del apetito.

Si observas que tu perro/a tiene alguno de los síntomas que acabamos de enumerar, es importante que acudas a tu veterinario para que puedan evaluar su caso, realizar un diagnóstico y elaborar un plan de tratamiento totalmente adaptado a él/ella.

Si necesitas un veterinario en Castellón, siempre puedes venir a visitarnos al Hospital Veterinario del Mar donde, además, contamos con un servicio de urgencias para atenderos a ti y a tu mascota siempre que lo necesites.