La ansiedad por separación en perros es un problema para él y para toda la familia. Se trata de un estado de estrés elevado que alcanza tu perro cuando no estás disponible para él porque no es capaz de gestionar esa soledad.
Para el perro tú eres su zona segura, su referente, su guía… cuando te vas se siente desprotegido y no puede sobrellevar la situación, de modo que aparece el estrés, la frustración, el miedo y la ansiedad. Como consecuencia surgen comportamientos no deseados.
Existen distintos tipos de ansiedad por separación:
- Hiperapego al dueño: se da en perros que son demasiado dependientes de sus dueños y esto causa fácilmente la aparición de la temida ansiedad por separación.
- Destete prematuro:sucede en cachorros que se separan prematuramente de su madre y hermanos, por eso se recomienda no adoptar antes de los 3 meses. Con los juegos en sus primeras fases aprenden a relacionarse, su posición dentro de la manada, a no sobrepasarse con los mordiscos jugando, etc.
- Experiencias traumáticas en solitario: si el perro estando solo se ha sufrido una experiencia traumática puede desembocar en ansiedad por separación.
- Cambios de entorno:las mudanzas, estar lejos de sus personas de referencia durante unas vacaciones o un fallecimiento de una figura importante son situaciones que pueden desequilibrar al perro y dar pie a este trastorno.
- Genética:no se sabe hasta qué punto los factores hereditarios pueden afectar a este tipo de trastorno.
Pero ¿cuáles son los síntomas de la ansiedad por separación? Cuando observes comportamientos no habituales en tu perro puedes empezar a sospechar. Por ejemplo:
- Comportamiento destructivo. Este suele ser el primer síntoma que se nos pasa por la cabeza cuando nuestro perro tiene ansiedad y se queda solo, el destrozar objetos, muebles…
- Hacer sus necesidades dentro de casa. Si tu perro de repente empieza a orinar o defecar en casa, ojo, algo está pasando.
- Ladrar de un modo excesivo. Cuando el perro se siente solo y no está tranquilo puede ladrar, gemir, llorar…
- Vómitos y diarrea. Estos síntomas se suelen dar en los casos más graves de ansiedad por separación en perros.
- Hipersalivación: el animal babea de manera constante llegando a crear charcos.
- Hiperventilación: o jadeo constante.
- Actividad motora exagerada: movimientos repetitivos, en círculos…
- Lamido excesivo.
- Signos de depresión: dejar de comer, beber y jugar.
Si detectamos ansiedad por separación en perros, necesitamos identificar la causa para poder actuar sobre la raíz del problema. Es buena idea trabajar los síntomas para reducir la ansiedad con tratamiento que incluye:
- Modificación de la conducta: no resultan fáciles de aplicar y es recomendable acudir a un especialista. Algunas claves: modificar la relación con tu perro, hacer salidas previsibles, hacer salidas pequeñas, tener mucha paciencia y ser constante.
- Modificación del entorno: dejar estimulación física y mental para el perro cuando no estés en casa, con el objetivo de para bajar sus niveles de ansiedad.
- Medicación con fármacos (por especialista): en ocasiones es necesario medicar para conseguir reducir los niveles de ansiedad del perro y permitir el aprendizaje, aunque no sustituye al tratamiento de modificación de la conducta, lo complementa.
- Feromonas: funcionan como apaciguadoras y relajantes.
La ansiedad por separación es algo más común de lo que piensas y se puede corregir con paciencia, cariño y trabajo. Es un tema muy complejo que requiere acudir a veterinarios o etólogos, un especialista en conducta canina, y consultarle.